Una Ilusión Verdadera
El ratón de los dientes, personaje conocido por todos los niños de habla hispana, vive en la calle arenal #8 de la Ciudad de Madrid. Sólo sus más allegados amigos le conocen por su nombre completo "Ratón Pérez".
Es en esta dirección dónde habita con toda su familia. Les gustan mucho las visitas y reciben con los brazos abiertos a todos los niños, y no tan niños, que quieren saber qué sucedió con sus dientes de leche.
Familia Pérez
Cocina de la familia Pérez
Salita de la familia Pérez
Allí sus ayudantes le explican a las visitas sobre la logística que emplea el Ratón para intercambiar cada noche dientecitos, de todos los niños que creen en él, por dulces o dinero. Hay un mapa que señala sus rutas y un gran depósito de dientes.
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La Verdadera Historia Real de una Ilusión
Por encargo de la reina María Cristina el escritor y sacerdote Coloma recogió en un cuento la leyenda popular del Ratón de los Dientes. Este escrito tuvo por objetivo apoyar al Rey Alfonso XIII en la asimilación de la pérdida de su primer dientecito. La historia es ambientada en la Pastelería Prast, tradicional en el Madrid del siglo XIX, ubicada a penas media cuadra de la Puerta del Sol. Retrata la vida de una familia burguesa, que simboliza a familia del Ratón y su relación con la nobleza. El texto, muy rico en detalles y lenguaje, describe al Ratón Pérez como un viajero y por lo tanto un hombre de mundo, quien lleva al pequeño rey a la casa humilde de otro niño que también perdió un diente de leche. La moraleja del cuento apunta a que el Rey Alfonso XIII descubra su responsabilidad como Rey y sobre todo, valore lo afortunada que es su vida.
Esta tradición ha trascendido fronteras. Los niños de habla hispana de todo el mundo conocimos muy bien al Ratón de los Dientes y en el inconsciente colectivo existe este personaje que transforma la pérdida en esperanza.
En la actualidad en este sitio, Arenal 8, se recuerda el famoso escrito del Ratón Pérez con un pequeño Museo que recrea la historia y en el que los niños, que saben del casi secreto lugar, acuden con sus padres para continuar con la larga historia de una ilusión compartida.
1 comentario:
Qué bonito es tener ilusiones cuando somos pequeños... Pero aún más bonito y más importante es conservarlas a medida que vamos creciendo. Conocía de la existencia del museo pero nunca fui a visitarlo, quizás cuando vuelva a Madrid. Gracias por compartir esta bonita historia!
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