Cuando Julia llegó de Florencia y volvimos a vernos. Nos abrazamos como las hermanas que somos y me preguntó:
-¿Cómo estas?
Sólo pude decirle
-Vieja...
Cuando vino Ger a verme, luego de dos semanas, me preguntó:
-¿Cómo has estado?
Sólo pude decir
-Me he vuelto vieja...
En dos meses y dos semanas
1 comentario:
que va, ahora llega lo mejor, tienes la energia de la junvetud y algo de sabiduria
Publicar un comentario