Mi lap, hace 10 años bautizada como Campanita, tuvo una severa enfermedad esta semana. Inesperadamente apareció una pantalla que decía que ya no podía ver más todas las fotos, documentos, texto y archivos. Tampoco podía escuchar su música y entrar a Internet en ella...
Luego de haberme acompañado en viajes y desvelos ¡¿Cómo podía hacerme esto?!...
La noticia me quitó el sueño, me llenó de ansiedad y nerviosismo. Siembargo encontré un alma caritativa y sobre todo un cerebro iluminado que me ayudó a recuperarlo todo y a modernizar por dentro a mi querida Campana. No tengo palabras para agradecerle...
He de decir que ahora el Ingeniero que lo logró sabe de mí más que nadie en este mundo pues utilizó horas y horas en respaldar lo generado durante todo este tiempo.
¿Cuanto puede decir de nosotros el contenido de nuestra computadora personal?
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